Es una relación ecológica cuya asociación es similar al comensalismo, uno es el inquilino y el otro el huésped, éste último no obtiene ni daño o beneficio alguno, pero el inquilino puede habitar sobre el huésped y mantenerse ahí sin alimentarse, por lo que el inquilino busca protección y cobijo. Y su interacción se representa como (+/0), puesto que la especie que ocupa el espacio tiene los beneficios y la otra especie no se ve perjudicada ni beneficiada.
Un ejemplo de esta interacción se da en la relación entre algunas especies vegetales y animales, por ejemplo entre un árbol y un ave que usa sus ramas para poner su nido; entre vegetales, las plantas epífitas son aquellas que viven sobre la superficie de otras plantas, como es el caso de numerosas especies de orquídeas, algunos helechos, líquenes, musgos, cactus, etcétera. Las ardillas que habitan en los troncos de los árboles, donde encuentran cobijo y protección.
En el medio marino los Balanus, que son crustáceos que habitan incrustados en la piel de ballenas o en las conchas de bivalvos. En el primer caso, ven garantizado un medio de transporte. El caso de ácaros del género Antennophorus que viven como inquilinos. En este caso, el ácaro se coloca en la parte inferior de la cabeza de la hormiga (Lasius) y le acaricia y cosquillea la región ventral de la cabeza con el primer par de patas, hasta que su huésped regurgita una gota de comida, que el inquilino come. A menudo las hormigas intentan desembarazarse de este inquilino viviente, pero por lo general no lo logran. Este robo de alimento se le llama cleptobiosis.
0 comments:
Publicar un comentario