Según Odum y Warrett (2006) expresan que:
Las poblaciones de dos especies pueden interaccionar de dos maneras básicas que corresponden a combinaciones neutras, positivas y negativas (0, + y -) como sigue: 0 0, - -, + +,+ 0, - 0, y + -. Tres de estas combinaciones (++, - -, y + -) se subdividen de una manera común, dando lugar a nueve interacciones y relaciones importantes (neutralismo, competencia del tipo de interferencia directa, competencia del tipo de recursos, amensalismo, comensalismo, parasitismo, depredación, protocooperación y mutualaismo).
Asimismo, Hickman (2008) dice que las diferentes poblaciones de una comunidad interactúan unas con otras de muchas maneras, de las cuales, las más evidentes son la depredación, el parasitismo y la competencia. Además, indica que las poblaciones de animales que forman una comunidad interactúan de diversas formas, que pueden ser perjudiciales (-), beneficiosas (+), o neutras (0) para cada una de las especies, dependiendo de la interacción.
Por otro lado, Solomon, Berg y Martin (2013) mencionan que dentro de una comunidad, ninguna especie existe de manera independiente de otra especie… Las poblaciones de una comunidad interactúan y se afectan mutuamente de maneras complicadas que no siempre son evidentes. Entre las especies en una comunidad ocurren tres tipos principales de interacciones: competencia, depredación y simbiosis.
Por otra parte, Marquez (2021) describe lo siguiente:
Los seres vivos se relacionan interactuando unos con otros. Estas interacciones pueden interpretarse como comportamientos de un individuo dirigidos a otro individuo, cuyos costes y beneficios pueden ser positivos o negativos. Según si se producen entre individuos de la misma especie o entre individuos de diferentes especies, hablamos de relaciones intraespecíficas o interespecíficas respectivamente.
En este sentido, las interacciones ecológicas o biológicas son aquellas que se establecen entre los organismos que viven en un mismo ecosistema, y pueden ser entre individuos de la misma especie o entre especies diferentes. En este orden de ideas, los ejemplares que pertenecen a una comunidad biológica se relacionan entre sí de diversas maneras y las interacciones que establecen poseen características particulares y suelen ser divididas por los biólogos en relaciones intraespecíficas (individuos de la misma especie) e interespecíficas (individuos de diferente especies).
Importancia
Son importantes porque regulan el flujo de energía, los ciclos de nutrimentos y el clima de un ecosistema. En este orden de ideas, las interacciones como la depredación, la simbiosis y el parasitismo son mecanismos que regulan las poblaciones ecológicas, de lo contrario, éstas tendrían un crecimiento desmedido y se convertirían en plagas. Por lo tanto, es innegable que estas las interacciones influyen en el mantenimiento y funcionamiento de los ecosistemas, y al mismo tiempo proveen los recursos para la subsistencia.
Asimismo, las diferentes interacciones se analizan en términos de una relación entre dos especies a nivel de comunidad; además, todas las interacciones de poblaciones tienen probabilidades de ocurrir en una comunidad biótica a gran escala, como puede ser un trecho grande de bosque, un humedal o una pradera. En este sentido, para un par de especies determinadas, el tipo de interacción puede cambiar en condiciones distintas, o durante etapas sucesivas de sus historias de vida; de este modo, dos especies podrían presentar parasitismo en determinado momento, comensalismo en otro y ser totalmente neutras en uno más.
Es por ello, que los efectos indirectos de unas especies sobre otras quizá sean igual de importantes que sus interacciones directas y contribuyan al mutualismo en red. Cuando las cadenas alimenticias funcionan dentro de redes alimenticias, los organismos en cada extremo de una serie trófica, por ejemplo, el plancton y las percas o lobinas en un estanque, no interaccionan de manera directa, pero si se benefician mutualmente de manera indirecta. En este sentido, las percas se benefician consumiendo peces que se alimentan de plancton los cuales están sustentados por dicho plancton, mientras que éste se beneficia cuando las lobinas reducen la población de depredadores del plancton. En consecuencia, se producen interacciones tanto negativas (depredador-presa) como positivas (mutualistas) en la red alimenticia.
Por consiguiente, la realidad en último término es que todas las interacciones positivas y negativas entre dos especies operan en conjunto en las redes alimenticias y a nivel de la comunidad y el ecosistema. Es por ello, que la energética de las cadenas alimenticias combinada con lo que se ha llegado a conocer como procesos “descendientes” y “ascendientes”, hacen de la red alimenticia un sistema funcional, más que simplemente un conjunto de interacciones entre especies..
En este orden de ideas, el control descendente, que incluye retroalimentación de recompensa, se refiere al papel de los componentes corriente arriba; por ejemplo, el control de los herbívoros sobre las plantas y el control de los depredadores sobre los herbívoros. Y el control ascendente se refiere al papel de los nutrientes y otros factores físicos para determinar la producción primaria. Los ecólogos debaten qué tipo de control es más importante en una situación dada, aunque la mayoría está actualmente de acuerdo en que ambos participan en grado variable en cualquiera y todas las situaciones naturales.
Entonces, se debe reflexionar sobre la importancia ecológica de cada ser vivo y con ello contribuir como sociedad al respeto y conservación de la diversidad de la Tierra. Puesto que, el valor de las interacciones biológicas entre especies radica, simplemente, en que son precisas para la persistencia de la biodiversidad en el planeta, porque no existe ninguna especie que viva sin interaccionar con otras especies.
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