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12 may 2020

Unión Neuromuscular o Mioneural (UNM)

Es la sinapsis entre una neurona motora somática (NMS) y una fibra muscular esquelética (FME); la cual, incluye las terminaciones axónicas y los bulbos sinápticos terminales (BSt) de una neurona motora, además de la placa motora adyacente del sarcolema de la fibra muscular (fM). Un impulso nervioso (potencial de acción nervioso) induce a un potencial de acción muscular (PAm) de la siguiente manera:

  1. Liberación de la acetilcolina (ACh): Cuando un impulso nervioso alcanza los BSt de una NMS abre los canales de voltaje del Ca2+ lo que permite su difusión hacia el interior, esto ocasiona la exocitosis de las vesículas sinápticas que liberan la ACh.
  2. Activación de los receptores de ACh: La ACh difunde a través de la hendidura sináptica y se une a los receptores colinérgicos que son canales dependiente de ligandos.
  3. Producción del PAm: Cuando la ACh se une a su receptor específicamente para el ión Na+ que entra al sarcoplasma de una fM lo que inicia el potencial de acción muscular.
  4. Terminación de la actividad de ACh: La ACh se degrada con rapidez por acción de la acetilcolinesterasa (AChE) produciendo colina y acetil-CoA.

En este sentido, si otro impulso nervioso libera más ACh se repiten los pasos 2 y 3. Generalmente, la UNM se localiza cerca del punto medio de una FME; los PAm que se originan en la unión mioneural se propaga hacia ambos extremos de la fibra. En consecuencia, gracias a esta disipación permite la activación casi simultanea (y por ende la contracción) de todas las porciones de la fibra muscular.


Producción de ATP en la Fibras Musculares

La fM tiene 3 fuentes de producción de ATP que son: Creatinina, Respiración anaeróbica y respiración celular.

Fibra Muscular Esquelética (FME)

Contracción

1) Se inicia con un impulso nervioso que alcanza el botón presinaptico, lo cual origina la abertura de los canales de Ca2+ regulados por voltaje; este impulso nervioso es producto del potencial de acción generado desde el montículo propagado por todo el axón, que se acerca a las zonas aledañas al botón.

2) El calcio penetra y se activa un proceso de formación de ACh, el principal neurotransmisor participante en la sinapsis de la UNM. De tal modo, que el ingreso de los iones de Ca2+ desencadena la exocitosis de las vesículas sinápticas, lo cual permite la difusión de la ACh hacia la hendidura.

3) La ACh liberada en la hendidura sináptica se une a los receptores de ACh presentes en la placa motora terminal, es decir, la región del sarcolema opuesta a los botones sinápticos.

4) Al unirse la ACh a los receptores, ocurre un aumento de la conductancia de los iones de Na+ hacia el interior de la célula muscular o fM, posibilitando que esta se cargue positivamente activando una despolarización de la placa motora terminal, esto a su vez propicia un PAm.

5) El PAm se disemina a través de los túbulos transversos (tT), causando la apertura de canales de liberación de iones de Ca2+ ubicados en la membrana del retículo sarcoplasmatico (RS) permitiendo que dichos iones fluyan al sarcoplasma.

6) Estos iones liberados se unen a la troponina una proteína reguladora presentes en los filamentos finos, cabe decir, actina; esta unión produce un cambio conformacional del complejo troponina-tropomiosina, que en consecuencia se descubre los sitios de unión de actina con la miosina, este echo da inicio al ciclo contráctil. El sitio de descubrimiento de unión de la miosina-actina da inicio a lo que se conoce como contracción muscular.

Ciclo de Contracción

El ciclo contráctil es la consecuencia repetida de fenómenos que dan origen al desplazamiento de los filamentos musculares, el cual se da en 4 etapas que son:

1) Hidrolisis del ATP: El cual reorienta y carga la cabeza de miosina, es importante recalcar que hay tres fuentes de energía para este proceso que son: (a) El sistema fosfageno, (b) Glucolisis y (c) Respiración celular.

2) Golpe de Potencia: Es el acoplamiento de la miosina a la actina para formar puentes cruzados en los sitio de unión miosina-actina.

3) Fase de Deslizamiento: Es donde se lleva a cabo la rotación del puente cruzado y la liberación del ADP; los puentes cruzados generan golpe de fuerzas que condujeran al desplazamiento de los Ff sobre los gruesos hacia la línea M, lo que origina la reducción de las bandas I y H, en consecuencia ocurre un acortamiento del sarcómero, y así varios sarcómeros a la vez acortados se produce la contracción del músculo esquelético.

4) Desacoplamiento: Es la separación de la miosina y actina, por medio de la unión de una molécula de ATP en la cabeza de la miosina.

El ciclo se repite cuando la ATPasa presente en la molécula de miosina hidroliza a la molécula de ATP recientemente unida, cabe señalar, que el ciclo se repite mientras haya ATP disponible y los niveles de Ca2+ de la cercanía de los filamentos permanezcan lo suficientemente elevados.

Relajación

El músculo no puede estar permanentemente contraído, por lo que existe un conjunto de proceso que producen una posterior relajación del músculo:

1) Uno de ellos es el efecto de la acetilcolinesterasa una enzima que degrada el neurotransmisor ACh degradándola en Acetilo-Colina, productos que no pueden activar por separados al receptor de la acetilcolina.

2) Por otra parte, los canales de liberación de iones de Ca2+ del RS se cierran.

3) Las bombas de transporte activo de iones de calcio usan ATP para restablecer los niveles bajos de Ca2+ en el sarcoplasma, es importante recalcar, la presencia de la calsecuestrina mediante el envió de iones de calcio devuelta al interior del RS.

Estos 3 procesos, es decir, el efecto de la acetilcolina, el cierre de canales de liberación de Ca2+, la apertura de las bombas de transporte activo de calcio al interior del RS y la presencia de la calsecuestrina y su trabajo; conducen a una relajación de la fibra muscular.

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Tejido Muscular

Si bien los huesos forman el sistema de palanca y el armazón o esqueleto, no pueden mover por sí solos las partes del cuerpo. El movimiento se debe a la contracción y relajación alternantes de los músculos, que representan hasta el 40-50% del peso corporal de un adulto (lo que depende del porcentaje de grasa corporal, el sexo y el esquema de ejercicio). La fuerza muscular representa la función primaria del músculo: la transformación de energía química en energía mecánica para generar fuerza, realizar trabajo y producir movimiento. Además, los tejidos musculares estabilizan la postura, regulan el volumen de los órganos, generan calor e impulsan líquidos y materia alimenticia a través de diversos aparatos y sistemas corporales. El estudio científico de los músculos se conoce como miología.

Funciones

Mediante la contracción sostenida –o la contracción y relajación alternantes– el tejido muscular cumple cuatro funciones clave: Producción de movimientos corporales, Estabilizaciones de posiciones corporales, Almacenar y movilizar sustancias dentro del cuerpo, y Generación de Calor (termogénesis).

Propiedades

El tejido muscular tiene cuatro propiedades especiales que le permiten funcionar y contribuir a la homeostasis, las cuales son: Excitabilidad eléctrica, Contractibilidad, Extensibilidad y Elasticidad.

Tipos

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10 may 2020

Remodelación Ósea

Es el reemplazo continuo del tejido óseo precedente por nuevo tejido óseo. Supone dos procesos que son:

1) Resorción Ósea: Es aquella que conlleva a la destrucción de la matriz osteoide a través de la eliminación osteoclástica de minerales y fibras colágenas del hueso. Siguiendo este orden de idea, durante este proceso un osteoclasto se fija firmemente al endostio o periostio de la superficie ósea y forma un sello hermético en los márgenes de su borde dentado y libera enzimas lisosómicas proteolíticas y diversos ácidos en el saco cerrado.

En relación a lo mencionado anteriormente, las enzimas digieren las fibras colágenas y demás sustancias orgánicas, mientras que los ácidos disuelven los minerales óseos. En conjunto, un grupo de osteoclastos labran un pequeño túnel en el hueso precedente. Y las proteínas óseas degradadas y los minerales de la matriz osteoide (principalmente, calcio y fósforo) son endocitados por un osteoclasto, al cual atraviesan contenidos en vesículas para ser liberados por exocitosis en el lado opuesto al borde dentado.

En el líquido intersticial, los productos de la resorción ósea difunden dentro de los capilares sanguíneos regionales y una vez reabsorbida una pequeña superficie ósea, los osteoclastos abandonan el área a la que ingresan los osteoblastos para reconstruir el hueso.

2) Depósito Óseo: Es aquel que implica la formación de la matriz osteoide, es decir, el agregado osteoblástico de minerales y fibras colágenas al hueso. 

En todo momento, el 5% del total de masa ósea del organismo está en proceso de remodelación; no obstante, el índice de renovación del tejido óseo compacto es de alrededor del 4% anual, mientras que el del hueso esponjoso es de alrededor del 20% anual; por otra parte, los índices de remodelación difieren, según la región anatómica de que se trate. En este sentido, el extremo distal del fémur se remplaza cada 4 meses aproximadamente, por el contrario, el hueso de ciertas regiones de la diáfisis femoral nunca se remplaza completamente; sin embargo, aun cuando los huesos han adquirido la forma y el tamaño adultos, estos se destruye continuamente y en su lugar se forma hueso nuevo.

Es de acotar, que mediante el proceso de remodelación, también se elimina hueso dañado, que es remplazado por hueso nuevo; asimismo, la remodelación puede ser desencadenada por factores tales como la actividad física, el sedentarismo y los cambios en la alimentación, por lo que dicha remodelación se asocia con diversos beneficios, dado que la resistencia del hueso está relacionada con el grado en el que es tensionado, si el hueso recién formado es sometido a cargas pesadas, se engrosará y, por lo tanto, será más fuerte que el hueso precedente. Además, la forma del hueso puede verse alterada por la carga soportada según los patrones de tensión que se experimentan durante el proceso de remodelación y finalmente, el hueso nuevo es más resistente a las fracturas que el hueso precedente.

Homeostasis del Ca2+

El hueso es un gran reservorio orgánico de calcio (Ca2+); almacena el 99% del total de calcio corporal. Una de las formas de mantener la calcemia (nivel de calcio circulante) consiste en controlar, por un lado, los índices de resorción ósea de calcio que pasa a la circulación y, por el otro, el depósito de calcio circulante en el hueso. Tanto la función de las neuronas como la de las células musculares dependen de que los niveles de Ca2+ en el líquido extracelular sean estables. La coagulación sanguínea también requiere Ca2+ como cofactor (sustancia requerida para que se produzca una reacción enzimática).

Por tal motivo, el nivel plasmático del Ca2+ se mantiene en un intervalo estricto que se regula entre 9 y 11 mg/100ml, Si hay una variación de dicha concentración puede ser porque: Si la concentración aumenta el corazón se puede detener (paro cardiaco) y Si la concentración baja la respiración puede detenerse (paro respiratorio). Es por esto, que el papel del hueso en el metabolismo del calcio es el de actuar como un regulador de los niveles sanguíneos de este ion, liberando el mineral a la circulación (mediante la acción de los osteoclastos) cuando los niveles disminuyen, y absorbiéndolo (por medio de la acción de los osteoblastos) cuando los niveles se elevan.

En este sentido, el intercambio de Ca2+ se regula por acción hormonal. Cuando la calcemia disminuye, los receptores de la glándula paratiroidea  lo detectan y aumentan la producción del Adenosina Monofosfato cíclico (AMP cíclico) el cual acelera la síntesis de la hormona paratiroidea o parathormona (PTH) para liberarla al torrente sanguíneo, ocasionando un aumento en la actividad de los osteoclastos lo que incrementa la resorción ósea. No obstante, la PTH actúa también sobre los riñones para disminuir la perdida de Ca2+ con la orina y aumentarlo en la sangre; además, estimula la formación del Calcitriol (forma activa de la vitamina D), que promueve la absorción de Ca2+ alimentario y pasarlo a la sangre en el tracto gastrointestinal. Cabe resaltar, que ambos procesos contribuyen a elevar la calcemia en la sangre.

Por otra parte, cuando los niveles de calcio suben más de lo debido en la sangre, el hipotálamo lo detecta y produce la Hormona Liberadora de Tirotropina para que llegue a las células tirotrópicas de la hipófisis para que esta libere la Hormona Tiroestimulante que llegan a las células parafoliculares de la tiroides para secretar la Calcitonina (CT) al torrente sanguíneo para que inhiban la acción de los osteoclastos, y estimula el depósito de Ca2+ en los huesos promoviendo su formación y los niveles de la calcemia baja.

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Tejido Óseo

Compacto

Contiene pocos espacios y es el componente más fuerte del tejido óseo. Se encuentra por debajo del periostio de todos los huesos y forma la mayor parte de las diáfisis de los huesos largos. Brinda protección y soporte y ofrece resistencia a la tensión causada por el peso y el movimiento. Asimismo, se compone de unidades estructurales repetidas denominadas Osteonas o Sistemas de Havers. Cada osteona consta de un conducto central (conducto de Havers), alrededor del cual se dispone una serie de laminillas concéntricas. Parecidas a los anillos de crecimiento de los árboles, estas últimas son placas circulares compuestas por matriz osteoide mineralizada de diámetro creciente que rodean una pequeña red de vasos sanguíneos, linfáticos y nervios localizados en el canal central.

Estas unidades óseas tubulares en general forman una serie de cilindros paralelos que, en los huesos largos, tienden a disponerse en forma paralela al eje mayor del hueso. Entre las laminillas concéntricas hay pequeños espacios denominados lagunas, que contienen osteocitos. De las lagunas –y en toda dirección– irradian pequeños canalículos, que contienen líquido extracelular. Dentro de los canalículos existen delicadas protuberancias de osteocitos con forma de dedo. Los osteocitos vecinos se comunican entre sí por medio de puentes. Los canalículos conectan las lagunas entre sí y con el canal central formando un intrincado sistema minúsculo de canales interconectados a través del hueso. Este sistema ofrece numerosas vías de acceso a los osteocitos de nutrientes y de oxígeno, así como una vía de eliminación de los desechos. En el tejido óseo compacto, las osteonas están alineadas en la misma dirección y son paralelas al eje mayor de la diáfisis del hueso.

Por lo tanto, la diáfisis de un hueso largo resiste la curvatura y la fractura aun cuando se ejerza una fuerza considerable desde los extremos. El tejido óseo compacto tiende a ser más grueso en las regiones del hueso en las que la fuerza se aplica relativamente en pocas direcciones. Las líneas de fuerza del hueso no son estáticas. Cambian cuando la persona aprende a caminar y en respuesta a la actividad física intensa repetida, como en el levantamiento de pesas. Las líneas de fuerza de un hueso también pueden cambiar a raíz de una fractura o una deformidad física. Por lo tanto, la organización de las osteonas no es estática, sino que cambia a lo largo del tiempo en respuesta a las exigencias físicas que soporta el esqueleto.

Las regiones comprendidas entre las osteonas vecinas contienen ciertas laminillas denominadas laminillas intersticiales, que también presentan lagunas con osteocitos y canalículos. Son fragmentos de osteonas precedentes que han sido parcialmente destruidas durante la reconstrucción o el crecimiento del hueso. Los vasos sanguíneos y linfáticos, y los nervios del periostio penetran el hueso compacto a través de los canales perforantes transversos o canales de Volkmann. Los vasos y los nervios de los canales perforantes se conectan con los de la cavidad medular, el periostio y los canales centrales.

Alrededor del 100% de las circunferencias externa e interna de la diáfisis de un hueso largo presenta laminillas denominadas laminillas circunferenciales, que aparecen durante la fase inicial de la formación del hueso. Las laminillas circunferenciales que están justo por debajo del periostio se denominan laminillas circunferenciales externas. Se conectan con el periostio mediante fibras perforantes (fibras de Sharpey). Las que revisten la cavidad medular se denominan laminillas circunferenciales internas.

Esponjoso

A diferencia del tejido óseo compacto, el tejido óseo esponjoso –también denominado tejido óseo trabecular– no contiene osteonas. Siempre es profundo y está protegido por una cubierta de hueso compacto. Está compuesto por laminillas dispuestas en un patrón irregular de finas columnas denominadas trabéculas, entre las que existen espacios que pueden apreciarse a simple vista. Estos espacios macroscópicos contienen médula ósea roja en los huesos que producen células sanguíneas, y médula ósea amarilla (tejido adiposo) en los otros huesos. Ambos tipos de médula ósea están irrigados por numerosos vasos sanguíneos que nutren los osteocitos. Cada una de las trabéculas consta de laminillas concéntricas, osteocitos ocupantes de lagunas y canalículos que irradian en forma excéntrica desde las lagunas.

El tejido óseo esponjoso es el componente profundo principal del tejido óseo de los huesos cortos, aplanados, sesamoideos e irregulares. En los huesos largos, es el núcleo de las epífisis y está cubierto por una delgadísima capa de hueso compacto, además de conformar un plano delgado variable que reviste la cavidad medular de la diáfisis. El tejido esponjoso siempre está cubierto por una capa de hueso compacto que lo protege.

A simple vista, las trabéculas del hueso esponjoso pueden parecer más desorganizadas que las trabéculas del hueso compacto. Sin embargo, tienen una orientación precisa a lo largo de las líneas de fuerza, característica que permite al hueso resistir y transmitir fuerzas sin romperse. El tejido óseo esponjoso es más abundante en los huesos que no reciben mucha presión o en los que reciben presiones desde direcciones múltiples. Las trabéculas no se organizan en forma definitiva hasta que no se aprende a caminar perfectamente; incluso pueden desorganizarse cuando las líneas de fuerza cambian debido a una fractura mal consolidada o a una deformidad.

El hueso esponjoso difiere del tejido óseo compacto en dos aspectos. En primer lugar, es liviano, lo que reduce su peso total. Esta disminución del peso le permite moverse más rápidamente al ser fraccionado por un músculo esquelético. En segundo lugar, las trabéculas del tejido óseo esponjoso sostienen y protegen la médula ósea roja. El tejido óseo de los huesos de la cadera, las costillas, el esternón, las vértebras y los extremos proximales del húmero y del fémur es el único sitio de almacenamiento de médula ósea roja y, por lo tanto, el lugar donde –en los adultos– tiene lugar la hemopoyesis.

Componentes

La matriz osteoide esta constituida por 15% de agua, 30% de fibras colágenas y 55% de sales minerales cristalizadas; la mas abundantes son:

Ca3(PO4)2
+
Ca(OH)2
Ca10(PO)6(OH)2
Fosfato de Calcio

Hidróxido de Calcio

Cristales de Hidroxiapatita

A medida que éstas se van formando, se combinan también con otras sales minerales como el Carbonato de Calcio (CaCO3) e iones tales como: Magnesio (Mg), Flúor (F), Potasio (K) y Sulfatos. En este sentido, mientras se depositan en las estructuras formadoras por las Fibras de Colágeno de la matriz osteoide, estas sales minerales se cristalizan y el tejido se endurece. Es por ello, que este proceso es denominado Calcificación, el cual es iniciado por las células productoras de hueso llamadas osteoblastos.

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Sistema Esquelético

También llamado sistema óseo, es una complicada y perfecta estructura que está formada básicamente por 206 huesos, que junto al sistema articular y el sistema muscular forman el aparato locomotor humano. Por otra parte, los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través de tendones. Asimismo, este sistema funciona como una estructura rígida que da forma al organismo, mantiene la morfología corporal y hace posible la posición bípeda. En este sentido, la página Visible Body dice que el esqueleto es el marco que brinda estructura al resto del cuerpo y facilita los movimientos.

Huesos

Un hueso es el resultado del trabajo conjunto de diferentes tejidos: hueso (o tejido óseo), cartílago, tejido conectivo denso, epitelio, tejido adiposo y tejido nervioso. Por tal motivo, se considera que cada hueso es un órgano. El tejido óseo es un tejido vivo complejo y dinámico que experimenta un proceso continuo llamado remodelación (formación de tejido óseo nuevo y destrucción simultánea del hueso precedente). Todo el armazón de huesos con sus cartílagos, así como con los ligamentos y los tendones, constituye el sistema esquelético. Además. Constituye aproximadamente el 18% del peso corporal y desempeña 6 funciones básicas que son:

  • Brindar sostén a los tejidos blandos y puntos de inserción a los músculos esqueléticos.
  • Proteger los órganos internos.
  • Participar en el movimiento de los músculos esqueléticos.
  • Almacenar y liberar minerales.
  • Contiene la médula ósea roja, que produce células sanguíneas (hemopoyesis).
  • Contiene la médula ósea amarilla, que almacena triglicéridos.

Estructura

La estructura macroscópica puede analizarse considerando las distintas regiones de huesos largos; en este sentido, un hueso largo tiene mayor diámetro que longitud, y consta de las siguientes regiones:

1) La Diáfisis: Es el cuerpo del hueso, es decir, la porción cilíndrica larga y principal del hueso.

2) Las Epífisis: Son los extremos proximal y distal del hueso.

3) Las Metáfisis: Son las regiones de hueso maduro, en las que la diáfisis se une a la epífisis. En el hueso en crecimiento, cada metáfisis contiene la placa epifisaria (placa de crecimiento), capa de cartílago hialino que permite a la diáfisis crecer en longitud. Cuando un hueso deja de crecer longitudinalmente, entre los 18 y 21 años, el cartílago de la placa epifisaria se remplaza por hueso; la estructura ósea remanente se conoce como línea epifisaria.

4) El Cartílago Articular: Es una capa delgada de cartílago hialino que cubre la región de la epífisis, donde un hueso se articula con otro. Asimismo, este reduce la fricción y absorbe los impactos en las articulaciones móviles. Puesto que, carece de pericondrio y que no está irrigado, cuando se lesiona, su reparación es limitada.

5) El Periostio: Es la vaina de tejido conectivo denso que, junto con los vasos sanguíneos acompañantes, recubre la superficie ósea allí donde no está presente el cartílago articular. Consta de una capa fibrosa externa de tejido conectivo denso e irregular y de una capa osteogénica interna compuesta por diversas células, algunas de estas permiten al hueso crecer transversal pero no longitudinalmente.

También, protege el hueso, participa en la consolidación de las fracturas, en la nutrición ósea y sirve como punto de inserción de ligamentos y tendones. Se encuentra unido al hueso subyacente mediante las fibras perforantes (fibras de Sharpey), gruesos haces de fibras colágenas que se extienden desde el periostio hasta la matriz extracelular del hueso (denominada matriz osteoide).

6) La Cavidad Medular: Es un espacio cilíndrico vacío dentro de la diáfisis que, en los adultos, contiene médula ósea amarilla adiposa y numerosos vasos sanguíneos. Al reducir el porcentaje de hueso denso donde menos se lo necesita, esta cavidad minimiza el peso del hueso. El diseño tubular de los huesos largos brinda la máxima resistencia con el menor peso.

7) El Endostio: Es una fina membrana que reviste la cavidad medular. Contiene una sola capa de células formadoras de hueso y escaso tejido conectivo.

Histología

 Células Osteogénicas
Son células madres no especializadas que derivan del mesénquima. Son las únicas que experimentan división celular; las células hijas se transforman en osteoblastos. Se encuentran a lo largo del endostio, en la porción interna del periostio y en los conductos intraóseos que contienen vasos sanguíneos.


 Osteoblastos
Son los formadores de hueso que sintetizan y secretan fibras colágenas y otros componentes orgánicos necesarios para construir la matriz osteoide. Además, inician la calcificación. No obstante, a medida que estos se rodean a sí mismo de matriz osteoide, van quedando atrapados en sus secreciones y se convierten en osteocitos.

 Osteocitos
Células maduras principales del hueso que mantienen su metabolismo regular a través del intercambio de nutrientes y productos metabólicos con la sangre.


 Osteoclastos
Son células gigantes derivadas de la fusión de por lo menos 50 monocitos (una clase de glóbulo blanco) y se agrupan en el endostio. Poseen un borde indentado que libera poderosas enzimas lisosómicas y ácidos que digieren los compuestos minerales y proteicos de la matriz osteoide subyacente. Asimismo, esta descomposición es denominada resorción, que es parte de la formación, mantenimiento y reparación normal del hueso. 


Irrigación e Inervación

El hueso está profusamente irrigado, los vasos sanguíneos, abundantes sobre todo en las regiones del esqueleto que contienen médula ósea roja, llegan a los huesos desde el periostio. Por lo que, las arterias periósticas, pequeñas arterias acompañadas de nervios, ingresan a la diáfisis a través de múltiples canales perforantes (canales de Volkmann) e irrigan el periostio y la parte externa del hueso compacto. Asimismo, cerca del centro de la diáfisis, una gran arteria nutricia atraviesa un orificio de hueso compacto denominado agujero nutricio, al entrar a la cavidad medular, la arteria nutricia se divide en las ramas proximal y distal, que se dirigen hacia cada extremo del hueso. Estas ramas irrigan tanto la parte interna del tejido óseo compacto de la diáfisis como el tejido óseo esponjoso y la médula ósea roja hasta los discos (o líneas) epifisarios.

Por otro parte, algunos huesos, como la tibia, tienen sólo una arteria nutricia; otros, como el fémur, tienen varias. Los extremos de los huesos largos están irrigados por las arterias metafisaria y epifisaria, las que se originan en las arterias que irrigan la articulación adyacente. Las arterias metafisarias ingresan en la metáfisis de un hueso largo y, junto con la arteria nutricia, irrigan la médula ósea roja y el tejido óseo de la metáfisis.

Mientras que, las arterias epifisarias ingresan en las epífisis de un hueso largo e irrigan la médula ósea roja y el tejido óseo de dichas epífisis. Las venas que transportan sangre desde los huesos largos son visibles en tres regiones: 1) Una o dos venas nutricias acompañan a la arteria nutricia y abandonan el hueso a nivel de la diáfisis; 2) numerosas venas epifisarias y venas metafisarias acompañan sus respectivas arterias y abandonan el hueso a nivel de las epífisis y 3) numerosas venas periósticas pequeñas acompañan a sus respectivas arterias y abandonan el hueso a través del periostio.

Por otro lado, los vasos sanguíneos que irrigan los huesos se acompañan también de nervios; el periostio está inervado por abundantes nervios sensitivos, algunos de los cuales transmiten sensación de dolor. Estos nervios son especialmente sensibles al estiramiento o la tensión, lo que explica el intenso dolor originado por una fractura o por un tumor óseo. Por la misma razón, la punción-biopsia de la médula ósea puede causar dolor. En este procedimiento, se introduce una aguja en la profundidad del hueso para extraer una muestra de médula ósea con el propósito de examinarla, cuando se sospecha de la existencia de leucemias, metástasis, linfomas, enfermedad de Hodgkin o aplasia medular; cuando la aguja entra en el periostio, se siente dolor; una vez atravesado, el dolor disminuye.

Densitometría Ósea

Es una técnica para determinar la densidad mineral ósea.

Valor

Característica

0 a -0,09

Normal

-1 a -2,5

Osteopenia (masa ósea baja)

≤ -2,5

Osteoporosis

≤ -2,50+

Osteoporosis con fractura

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Autor

Prof. Arnaldo Rodríguez

Educación mención Biología

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cerebelo cerebro cerebro medio charophyta chlorophyta chrysophyta ciclo de calvin ciclo de contracción ciclo de la materia ciclo de vida ciclo del agua ciclo del azufre ciclo del carbono ciclo del fósforo ciclo del nitrógeno ciclo del oxígeno ciclos biogeoquímicos circulación circulación coronaria circulación mayor circulación menor circulación pulmonar circulación sistémica citoesqueleto citosinas cladiograma clase insecta clima cloroplasto coacervados coitus interruptus cola comienzo de la vida comparaciones condicionamiento clásico condicionamiento operante conductos semicirculares conductos vestibulares conexiones contaminantes contracción control de secreción coníferas coordinación corazón cordón espermático corpúsculos criptas gástricas cristalino criterios cromosomas crustáceos cuernos cuerpos de agua cuidados cyanophyta cycadicae célula animal célula vegetal células gliales células neuronales cícadas defecación depósito desarrollo cognitivo desarrollo moral desarrollo psicodinámico descomposición desechos metabólicos desiertos desplazamiento destrucción de la capa de ozono diferencias difusión disco óptico disminución de la fertilidad disminución de la fertilidad del sustrato disponibilidad de agua dominios drogas echinoidea ecosistemas acuáticos ecosistemas artificiales ecosistemas aéreos ecosistemas naturales ecosistemas terrestres efectos eicosanoides embarazo de alto riesgo endocitosis epidídimo equilibrio dinámico equilibrio estático equinoideos equisetofitas equisetos erecciones erección eritrocitos erizo de mar escorpiones escroto especiación esterilización estrella de mar estructuras gustativas estructuras protectoras estómago esófago eucariota euglenophyta evitar deterioro exocitosis factores de crecimiento faringe fecundación fertilidad de la tierra fertilidad del sustrato finalidad fisiología de la audición fisiología de la visión fisiología del gusto fisiología del olfato fisiología del tacto fisuras fitohormonas flujo de energía fonorreceptor formación de orina formas fotofosforilación fotoperiodo fotosistemas fuentes de contaminación fóvea garrapatas gasterópodos gastropoda gastrópodos glándula de sal glándula intestinal glándula pineal glándulas cutáneas glándulas de cowper glándulas exocrinas glándulas gástricas glándulas mixtas glía grupos sanguíneos gónadas helechos hepaticae hepáticas hipotálamo hipófisis hipótesis holothuroidea holoturoideos homeostasis hormonas vegetales humor acuoso humor vítreo hígado importancia de la biología insectos interacción intestino delgado intestino grueso intracelular jerarquía jugo nuclear laberinto membranoso laberinto óseo lactancia lago langostas laringe leucocitos leucotrienos licopodios linfa liquen lisosomas lobulillos líquenes lóbulos magnoliofitas magnoliophyta malaria mamas marinos mecanismo de bombeo mecanorreceptor medio ambiente medios transparentes mejillón membrana celular membrana nuclear mesencéfalo microvellosidades mioneural mundo musci musgos mácula médula espinal médula ósea método de billings método de temperatura basal método del ritmo métodos métodos biológicos métodos de barrera métodos definitivos métodos naturales métodos temporales músculos nastia nervio auditivo neuroglia neuroglia del snc neuroglia del spn neuromuscular neuronas neurotransmisores grandes neurotransmisores pequeños niveles niveles de organización niveles tróficos nucleoplasma nucléolo ofiuroideos ophiuroidea orina concentrada orina diluida ostras ovarios oviductos oxido nítrico oído externo oído medio paludismo papilas gustativas parafilias pared pared celular parte motora parto pelecypoda pelecípodos pepino de mar peritoneo peroxisomas phaeophyta pico pinicae pinos pirámides ecológicas planta que absorbe smog plantas plasma plexos pluma población polipodofita pornografía postulados posturas posturas para amamantar potenciales praderas prevenciones problemas de degradación procariota proceso cognitivo producción productividad productos metabólicos propósito prostaglandinas protoplasmático protuberancia anular próstata puente de Varolio pulmones pulpos pyrrophyta páncreas quimiostasis receptores de membrana receptores sensoriales reducción de la capa de ozono reino fungy relajación remodelación residuos de minería resorción retina retroalimentación retículo endoplásmatico liso retículo endoplásmatico rugoso retículos endoplásmaticos rhodophyta ribete en cepillo ribosomas riesgos biológicos riesgos ergonómicos riesgos físicos riesgos psicosociales riesgos químicos sabanas saco alveolar salinidad del suelo salobres salud del suelo sangre segundos mensajeros selvas semejanzas senos sepias sexo comercial señalización neuronal siringe sistema locomotor sistema nervioso autónomo sistema nervioso central sistema nervioso entérico sistema nervioso periférico sistema nervioso somático smog en las plantas smog fotoquímico smog sulfuroso snp soluciones soprepastoreo ayuda en los suelos salinos subtálamo suelos en campos suelos salinos suprarrenales sáculo tejidos y órganos teoría celular teoría del desarrollo humano teoría endosimbiótica teoría watsoniana terminaciones nerviosas termoperiodo testículos timo tiroides tisular tmc tme tml tramas tróficas transcitosis transducciones gustativas transducción transmisión transporte activo transporte de volumen transporte pasivo transporte primario transporte secundario trastornos trombocitos tromboxano trompa de eustaquio trompas de Falopio trompas uterinas tronco del encéfalo troncos linfáticos tráquea turismo sexual tálamo túnicas ubicación unión unm uréteres utrículo uña vacuola vagina vasos vejiga vellosidades vesícula biliar vesículas seminales violación sexual vénulas vía auditiva vía olfatoria vía visual vías biliares vías de penetración vías de transmisión vías del equilibrio vías gustativas órgano de corti órganos otolíticos órganos sensoriales órganos y sistemas ósmosis úvea