La egestión es el acto que finaliza la acción del aparato digestivo, por lo que, consiste en concentrar y expulsar los restos no digeridos. Los residuos de la digestión, procedentes del íleon, llegan al intestino grueso (al tramo llamado ciego), en el que se producen las heces fecales. En primer lugar, los restos no digeridos suben por el colon ascendente (parte derecha), donde tiene lugar la reabsorción de agua y de algunos elementos, como el sodio.
Seguidamente, los restos continúan por el colon transverso (de derecha a izquierda de la cavidad abdominal) y bajan por el colon descendente (parte izquierda) donde se almacenan en forma de heces fecales. Finalmente, para ser expulsadas, estas llegan al recto, que se abre al exterior por el ano. El acto de expulsión de las heces se denomina defecación.
Por otro lado, cuando el quimo permanece en el intestino grueso entre 3 y 10 horas se vuelve sólido o semisólido por la absorción activa de agua y se denomina entonces material fecal o heces. Su composición química es de agua, sales inorgánicas, células epiteliales descamadas de la mucosa del tracto gastrointestinal, bacterias, productos de la descomposición bacteriana, sustancias digeridas, pero no absorbidas, y partes indigeribles de los alimentos.
La diarrea es el aumento de la frecuencia, el volumen y el contenido líquido de las heces, causado por el incremento de la motilidad intestinal y la disminución de la absorción intestinal. En este sentido, cuando el quimo transita con demasiada rapidez por el intestino delgado y las heces pasan en forma acelerada a lo largo del intestino grueso, no hay suficiente tiempo para la absorción.
Es de acotar, que las diarreas frecuentes pueden causar deshidratación y de desequilibrios electrolíticos; la excesiva motilidad puede ser provocada por la intolerancia a la lactosa, el estrés y la irritación bacteriana de la mucosa gastrointestinal.
Por otro lado, el estreñimiento es la defecación infrecuente o a la dificultad para defecar, causada por una disminución en la motilidad intestinal. Como en este caso las heces permanecen en el colon durante períodos prolongados, se produce una excesiva absorción de agua y las heces secan y endurecen. Así mismo, el estreñimiento puede ser causado por hábitos inadecuados (retraso en la defecación), espasmos del colon, contenido insuficiente de fibras en la dieta, ingesta reducida de líquidos, falta de ejercicio, estrés emocional y algunos fármacos.
Es por ello, que un tratamiento común es la administración de un laxante suave, como la leche de magnesia, que induce la defecación. Sin embargo, algunos médicos consideran que los laxantes son adictivos y que el agregado de fibras a la dieta, el aumento del ejercicio y la mayor ingesta de líquidos son maneras más seguras de corregir este trastorno tan frecuente.
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