Espejo, Barranquero, Azaña, y Salvador (2024) dicen que es la célula sexual masculina que se produce en los testículos del hombre a través del proceso conocido como espermatogénesis. Por otra parte, Zimmermann (1997) menciona que es una pequeña célula delgada, cuya forma recuerda a la de un renacuajo. Su aspecto es más o menos alargado. Aguilera, Zarzuelo y otros (2006) mencionan que son células muy diferenciadas. Su característica más llamativa es el gran flagelo que emplean para desplazarse. Son mucho más pequeños que el óvulo y constan de tres partes: cabeza, cuello y cola.
En este sentido, los espermatozoides también son conocidos con el nombre de gameto masculino, y son aquellas células sexuales haploide portadoras de material genético paterno, son tan diminutos que no pueden verse sin un microscopio, su tamaño es alrededor de 50 a 60 micras de largo y contiene distintas estructuras específicamente adaptadas para poder alcanzar y penetrar a un ovocito secundario.
Es de acotar, que si se compara con las células somáticas, es mucho más pequeño que éstas, es por esta razón por la que al espermatozoide se le conoce también por el nombre de microgameto. Comparado con el óvulo, el espermatozoide es unas veinte veces más pequeño que éste.
Por otro lado, se desplaza a una gran velocidad, relativa a su tamaño, mediante rápidas vibraciones de una especie de látigo llamado flagelo. Si se les observa al microscopio se descubre que nadan apretadamente, agitándose mucho. Además, se originan en los testículos a partir de la pubertad de manera continua, hasta aproximadamente los sesenta o setenta años.
Asimismo, se sitúan en el escroto a una temperatura ligeramente inferior a la del cuerpo, y si la temperatura es superior se puede interrumpir la producción de espermatozoides o éstos pueden degenerarse.
Por otra parte, cada emisión de semen o eyaculación suele contener entre 20 y 600 millones de espermatozoides. La eliminación, así como la producción de estas células, es continua (aunque no cíclica como ocurre en el ciclo fisiológico sexual femenino). Se calcula que un hombre, a lo largo de su vida, produce un billón de espermatozoides.
Tiempo de Vida
Los espermatozoides pueden vivir durante varios meses dentro de los testículos, pero fuera del cuerpo, la tasa de supervivencia es mucho menor y depende de ciertas condiciones y circunstancias.
En este sentido, en los testículos la formación de los espermatozoides tarda entre 64 a 75 días, y cuando termina dicho proceso estos gametos permanecen en las gónadas durante unas semanas. Y si no se eyaculan, los espermatozoides mueren y el cuerpo los reabsorbe.
Por otro lado, dentro del cuerpo de una mujer, los espermatozoides pueden vivir en el aparato reproductor femenino hasta cinco días. Aunque esto depende de las condiciones apropiadas. Cerca del pico de fertilidad, el cuerpo femenino puede potenciar la supervivencia de los espermatozoides al producir un tipo de moco cervical que los protege y facilita su ingreso a las trompas de Falopio, donde tiene lugar la fecundación. En relación a lo mencionado, entorno al momento de la ovulación, el pH vaginal aumenta hasta llegar a 7-7.5 que es neutro, por lo que los espermatozoides depositados en esta etapa, pueden llegar a vivir de 2 a 5 días en su interior, pero fuera del período ovulatorio, mueren pasados unos 20-30 minutos, debido a que el pH vaginal está por debajo de 6 que es ácido, lo que provoca su destrucción.
Por otra parte, fuera del cuerpo los espermatozoides no pueden sobrevivir durante mucho tiempo sin calor ni humedad, por lo que, suelen morir pocos minutos después de exponerse al aire o quedar sobre una superficie seca o la piel. Asimismo, los espermatozoides tampoco sobreviven en el agua. Si se tiene relaciones sexuales sin protección en el agua, hay riesgo de embarazo, pero un mujer no puede quedar embarazada solo por estar sumergida en una piscina o jacuzzi, porque los espermatozoides se esparcirán en el agua y se separarán de los fluidos que los protegen y, además, cualquier jabón o producto químico que esté en el agua los matará rápidamente.
No obstante, cuando el esperma se almacena en un criobanco a una temperatura permanente de menos 196 grados centígrados, este puede sobrevivir durante tiempo indeterminado. En los Estados Unidos y el Reino Unido, los bancos de esperma suelen permitir que los donantes almacenen semen congelado durante un período de hasta 50 años.
Descubrimiento
Anton van Leeuwenhoek fue la primera persona que describió el espermatozoide en el año 1677. Leeuwenhoek observó los espermatozoides en su propia eyaculación y quedó impactado por los “animálculos” que vio retorciéndose.
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