Durante el embarazo, la madre y el bebé están íntimamente ligados y la placenta es el órgano que se encarga de la transferencia de sustancias nutritivas, hormonas y factores inmunológicos, así como del intercambio de gases. Se puede decir, que el período de postparto es la etapa de transición en que la madre y su hijo/a pasan de esta estrecha relación que hay durante el embarazo hacia un período de mayor autonomía para ambos.
También, es conocido como puerperio, y es el período que sigue al parto y dura aproximadamente 6 a 8 semanas. Durante este tiempo, el cuerpo de la mujer se recupera de los cambios físicos del embarazo y el parto, y se establece la lactancia materna. Es un periodo de adaptación tanto física como emocional para la madre y la familia.
Es por ello, que en este período ocurren cambios importantes en la fisiología de la madre, hasta que retorna a una condición semejante a la que tenía antes del embarazo, este período es esencial para el desarrollo de hijas e hijos, para la recuperación de la madre, para el aprendizaje de las funciones parentales y para que se establezca el vínculo afectivo entre los recién nacidos y sus padres.
Asimismo, en cuanto a la duración del postparto y lo que implica este período para la madre y el niño/a, se define de diferentes maneras, basadas en razones biológicas o administrativas según los servicios que se prestan en esta etapa. Para algunos, hablar de postparto se refiere sólo a los primeros días, mientras la mujer está aún bajo la influencia del parto mismo, algunos lo restringen al tiempo en que la madre está aún hospitalizada (puerperio inmediato) o a la primera semana (puerperio temprano). Otros extienden el concepto de pos-parto a las primeras cuatro o seis semanas (puerperio tardío) que es el tiempo necesario para que se produzca la involución completa de los órganos genitales y el retorno a una condición anatómica similar a la etapa previa al embarazo.
Por otro lado, tampoco está claro para las mujeres cuánto dura esta etapa de su vida reproductiva, muchas piensan que se trata de los días que necesitan para volver a desarrollar sus actividades habituales, otras lo limitan al período en que mantienen abstinencia sexual o hasta cuando se sienten nuevamente normales. Además, por la influencia de los servicios de salud, algunas creen que termina cuando les dicen en el control de puerperio que todo está normal. En este sentido, es necesario presentar una definición más amplia de la duración del postparto, que incluya los aspectos biológicos y psicosociales que caracterizan este período.
En este orden de ideas, si bien la madre experimenta la recuperación de su aparato genital en las primeras semanas, no pasa lo mismo con los aspectos fisiológicos, endocrinos y nutricionales, debido a que, mientras una mujer está amamantando, permanece en un estado endocrinológico muy diferente al del embarazo y que difiere también de su condición previa al embarazo, al mismo tiempo, se mantiene una demanda nutricional semejante a la del embarazo debido a la secreción de leche. Igualmente, su forma de vida experimenta cambios profundos en relación a las demandas de afecto y cuidado del niño/a, por eso se debe considerar como postparto todo el período que la madre necesita para recuperar la condición endocrina y nutricional que tenía antes de embarazarse y toda la etapa de transición en que el niño o niña es tan dependiente de la madre.
Por lo tanto, este período es variable y puede durar algunos meses y aún más de un año si la lactancia es prolongada, por ejemplo, hay una pérdida de calcio en los huesos o pérdida de masa ósea durante el embarazo y la lactancia, esta pérdida se recupera entre seis y doce meses después del destete, siempre que la madre reciba calcio suficiente en la dieta. Durante toda esta etapa la madre requiere cuidados especiales, nutrición adecuada a los requerimientos y apoyo del personal de salud. Por otra parte, se sabe que el niño/a es más vulnerable a las carencias nutricionales o afectivas en los dos primeros años de vida, especialmente en los primeros meses, por lo que también requiere atención especial.
Igualmente, en los cambios fisiológicos la madre y su recién nacido/a siguen estrechamente ligados entre sí durante el período postparto. La glándula mamaria reemplaza muchas de las funciones de la placenta, tanto nutricionales como inmunológicas y endocrinas por lo que la lactancia es muy importante para la salud y el desarrollo del recién nacido. Los cambios que experimenta la madre en la primera etapa postparto permiten que se establezca la lactancia y facilitan su recuperación fisiológica:
*Durante los primeros días después del parto desaparecen de la circulación materna las hormonas que se producían en la placenta durante el embarazo y que mantenían inhibida la secreción de leche.
*Se producen grandes cantidades de prolactina (la hormona encargada de estimular la producción de leche) y de oxitocina (la hormona responsable de hacer salir la leche durante la succión y de estimular las contracciones que facilitan la involución uterina).
*El ovario está deprimido, puesto que la hipófisis (glándula que regula el trabajo del ovario) no produce suficientes hormonas para estimularlo, debido a que esta inhibición del ovario dura algunas semanas en las mujeres que no amamantan, quienes presentan la primera ovulación entre cuatro y ocho semanas después del parto. En cambio, en la mujer que amamanta, el ovario se mantiene inhibido por un período más prolongado que puede durar semanas o meses.
*Durante las primeras semanas postparto, se producen también cambios en la anatomía del aparato genital y en la fisiología de la mujer que va recuperando paulatinamente la condición que tenía antes del embarazo.
*Se inician nuevamente los ciclos menstruales, con la consiguiente recuperación de la fertilidad. La duración del período de amenorrea e infertilidad es variable.
*La madre se recupera paulatinamente del desgaste nutricional del embarazo y la lactancia. Es importante que el intervalo entre los embarazos sea suficientemente prolongado para permitir esta recuperación. Esto es aún más importante en las mujeres que no tienen un buen estado nutricional y que no tienen una dieta bien balanceada.
*Los niños aprenden a desplazarse, a hablar, a caminar y a relacionarse de modo diferente con el medio que los rodea. La madurez progresiva de sus funciones fisiológicas y neurológicas los hace cada vez más independientes. Tienen nuevas maneras de expresar sus demandas y otras personas pueden responder a ellas más fácilmente que en la primera etapa.
Por otra parte, los aspectos psicológicos y sociales desde la perspectiva psicosocial, el postparto es una experiencia difícil para las mujeres por las demandas del recién nacido, el deseo de cumplir con las funciones maternales de la mejor manera posible (lo que compite con otras funciones de la mujer dentro o fuera de la casa) y por la inseguridad que las mujeres tienen con frecuencia acerca de la manera en que deben cumplir estas funciones maternales.
Así mismo, los períodos de cambios, la mujer vive un período difícil porque experimenta cambios anatómicos, fisiológicos, en la relación con pareja y con la familia y, en general, en la forma en que se desarrolla la vida diaria. La vida de una mujer y de una pareja jamás vuelve a ser la misma después de haber tenido un hijo/a y al hacerse cargo de las responsabilidades que eso significa.
En general, se producen cambios importantes en el plano emocional y cambios en los intereses y prioridades a corto y largo plazo, esto es muy notable en las primeras semanas en que la madre tiende a tener su atención centrada en su hijo o hija y difícilmente cambia su foco de atención a otros temas. En algunos casos, las mujeres experimentan diversos grados de alteraciones psíquicas que pueden llegar a constituir un cuadro serio, como es la depresión postparto que requiere detección oportuna y manejo adecuado.







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